
No diseño para ganar premios.
Diseño para que tu producto funcione. Para que quien entra entienda, se quede y quiera más. Para que tus usuarios no necesiten un manual.
Trabajo con empresas que venden cosas reales a personas reales que no tienen tiempo para humo ni florituras.
¿Mi método? Escuchar, observar, diseñar, probar.
Y repetir hasta que todo encaje.
Llevo más de 20 años en esto.
Me uno al equipo, aporto claridad y hago que las cosas avancen.
Y cuando acabo, tu producto no solo se ve mejor, se entiende mejor y convierte mejor.
Busco proyectos en los que lo que hago marque la diferencia.
Mapeo, pruebas, ajustes y sentido común. Para que lo que diseñas no solo se vea bien, sino que funcione de verdad.
Lo que ya tienes puede mejorar. Y mucho. Lo reviso, lo simplifico y lo hago más fácil de usar.
Diseños claros, funcionales y bonitos. Sin adornos innecesarios. Para que tus usuarios no se pierdan y quieran volver.
Lo tuyo se va a ver bien en cualquier pantalla. No es un extra, es lo mínimo.
Componentes listos para usar. Para que tu equipo de desarrollo no tenga que adivinar nada y todo escale sin dramas.
Diseño con código en mente. Si hace falta, me remango y me meto con el equipo para que todo fluya sin fricciones.
¿Tienes un diseño y no sabes por qué no funciona? Te lo digo claro, sin rodeos, y con soluciones.
Prototipos que se sienten como producto real. Perfectos para validar ideas o enamorar inversores.
Desde cero o sobre algo que ya existe. Pensado para crecer, no solo para salir del paso.